“El Oráculo”, de Valerio Massimo Manfredi.


“El Oráculo”, de Valerio Massimo Manfredi.




Que decir de esta novela. “El Oráculo”, del autor griego Valerio Massimo, es una mezclolanza de Thriller, fantasía y relato histórico, bastante bien llevada.

Sera difícil haceros la típica sinopsis, gran parte de la gracia de esta novela es el misterio, y revelar cierta información de la trama, aunque sea general, puede arruinar la experiencia.

Tenemos dos arcos bien diferenciados. En el primero, nos encontramos en el año 1973 en Grecia, en plena Dictadura de los Coroneles. La historia empieza con la misteriosa muerte del profesor Hervatis, tras realizar un importante descubrimiento arqueológico, una increíble vasija de oro en la que se ilustra el último viaje de Ulises. Los acontecimientos se aceleran, y se nos presentan nuestros verdaderos protagonistas, un grupo de estudiantes, casi todos extranjeros, que se verán envueltos en la terrible masacre del politécnico de Atenas, un acontecimiento que les cambiará la vida. No podemos olvidarnos del principal antagonista de este arco, la policía militar capitaneada por el cruel y detestable inspector Karamanlis.

100 páginas después, han trascurrido 10 años para nuestros protagonistas, cada uno ha rehecho su vida y entramos de lleno en el segundo arco cuando por causas del destino son nuevamente atraídos a Grecia. Un misterioso asesino está acabando uno a uno con ciertos implicados en los acontecimientos del primer arco, y los que aún están vivos se ponen a investigar quien es el asesino, para encontrarse con él. Se nos narra una historia de venganza, misterio, rodeada de cierto misticismo. Los asesinatos nos son casuales, el asesino deja extraños mensajes relacionados con antiguos mitos griegos, al igual que la elección de los lugares en que matas sus víctimas tiene que ver con profecías antiguas y relatos extraños, creando una atmósfera exótica, peculiar y mística que no hace más que aumentar el misterio de la historia en sí.

Destacaría dos puntos a favor de esta obra. En primer lugar, sus personajes, son muy carismáticos, todos, no hay ni uno al que no le cojas cierto cariño, incluso al antagonista, el inspector Karamalis, un cabron a todas luces, un policía despiadado y fanático, pero a la vez terriblemente astuto y perspicaz.

Otro punto importante es la manera que tiene el autor de desarrollar la trama. Es una historia de misterio, pero al mismo tiempo vamos viendo como trascurre a través de la óptica de diversos personajes, que van investigando todos los sucesos, y los asesinatos que se van produciendo, cada uno por su lado. A veces llegan a conclusiones comunes, otras no. Es como si estuviéramos leyendo a la vez 3 novelas policíacas distintas, ya que son 3 los personajes, o grupos de personajes, que van siguiendo la pista al asesino, hasta que en el final las tres tramas se van mezclando hasta ser una sola.

Destacaría también la fluidez y rapidez de la novela. Valerio va, en cierto modo al grano, no se entretiene en describir cosas innecesarias. Algún otro tipo de autor se perdería en los detalles, nos escribiría dos párrafos enteros para describir como el protagonista se toma un café mientras espera a que regrese su compañera. No, Valerio prescinde de ello. No quiere decir que sea apresurado, ni mucho menos, no es que se nos revele información importante a cada párrafo, no es eso, simplemente la trama no para de avanzar, a su ritmo, pero sin pausa.

Como puntos negativos. El final, para mí un poco decepcionante. No es el peor final que habría podido tener el libro, en absoluto, pero después de todo el misterio y el suspense, y emociones creadas, esperaba un poco más. Se que no es una novela de acción, pero el combate final entre el asesino y el inspector Karamalis es soso, muy soso. Es decir, ambos están media novela buscándose, deseosos de acabar con su rival, y al final el autor lo resuelve en una línea, con un misero disparo. Da hasta la sensación de que cuando el autor llegó a las páginas finales ya estaba cansado de la novela y las escribió a lo rápido.

Algunas tramas no acaban de cerrarse, y algunas que se cierran no las encontré del todo satisfactorias.
Los personajes son muy carismáticos, pero planos como una tabla de planchar. Aunque la trama trascurre veloz, sin pararse en el detalle, sí que hay cierta profundidad y trasfondo aportado por la cultura griega y su mitología antigua, que alimentan la parte de la trama más “fantasiosa”, con acertijos que resolver al estilo “Indiana Jhons”.

Con todo ello, ¿qué opino de esta novela? Pues que es una novela buena, pero que no destaca especialmente en nada. Eso está bien, porque no es mala en ningún momento, incluso el final, aun siendo un poco decepcionante está bien. Es una novela que se mantiene, que no es de diez, no hay ninguna parte que lo sea, pero que en ninguna página baja del siete. Es rápida de leer, entretenida y muy disfrutable por lo que le pongo un 7.

Muy recomendable para quien le gusten las historias de misterio e intriga, en menor medida también la recomiendo al público en general.

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