Nos gustaría hacer una lista de 7 cosas que nos molan de la
ciencia ficción fantástica y el género espacial. Pero antes de todo ¿Qué es ciencia
ficción fantástica?
Se trata de una mescolanza entre el género fantástico y el de la
ciencia ficción, donde se intenta dotar de realismo a hechos puramente
fantásticos, trayendo elementos del género fantástico a terrenos de la ciencia
ficción. Warhammer 40k es un claro ejemplo, un mundo espacial con magos (los
psíquicos), dioses y criaturas traídos directamente de la fantasía, como los
orcos o los eldar (elfos). Star wars quizás sea un ejemplo mas conocido, un
mundo fantástico, con elementos mágicos (que es sino la fuerza) pero que huye
de esos reinos de fantasía para ambientarse en una localización espacial.
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los dioses primigenios
Nacidos con el universo, o incluso antes, fruto de criaturas que
evolucionaron hasta trascender lo terrenal o seres de otro universo. Sus orígenes
son diversos, pero tienen algo en común, que nos fascinan.
Se trata de una idea que exploro Lovecraft, el creo el terror cósmico,
criaturas provenientes de los confines mas inhóspitos del espacio, de un poder
incalculable, tan viejos como el tiempo, tan misteriosos e incomprensible que
aquellos que se atreven a indagar en sus secretos se vuelven locos. Esos dioses
pronto traspasaron al género espacial, era una idea demasiado fascinante como
para no hacerlo.
Se trata de un ataque directa nuestro antropocentrismo, algo
superior a nosotros, algo que hasta en algunos casos gobernar nuestro destino
sin una razón o motivo que podamos llegar a comprender. Pero sobre todo son un
reflejo de las mismísimas estrellas, un recordatorio de lo pequeño e insignificantes
que es el hombre en medio del universo, algo que despierta nuestros
sentimientos más profundos, que nos hace sentir vulnerables y aterrados, pero
que a la vez resulta una idea hermosa.
Las deidades cósmicas, tan incomprensibles, tan aterradores, tan
misteriosas y maravillosas.
Son ejemplos importantes el Alcaudón de las “crónicas de Hyperion”
o los dioses del caos de nuestro amado universo de warhammer 40K.
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La Magia
En una novela de fantasía, en menor o mayor medida, nunca falta la
magia, y es que es uno de sus rasgos mas distintivos. Entre las grandes
estrellas y los gigantescos imperios galácticos, entre la tecnología más
avanzada, la magia sigue aun presente en muchas obras de ciencia ficción
fantástica, a veces explicada por la tecnología, otras por la biología extraña
de ciertas especies alienígenas o por otras razones más semejante a la
fantasía. En todos los casos, su aparición enriquece el mundo, y nos encanta.
Hay obras de ciencia ficción muy marcadas por su aspecto místico.
Sin ir más lejos, en Star Wars su seña de identidad es la Fuerza y sus
portadores, los jedais, un claro ejemplo del uso del elemento mágico en un
mundo de ciencia ficción galáctico.
Otro gran ejemplo son los psíquicos en warhammer 40K, capaces de
alterar con su mente la realidad a través de su conexión con la disformidad.
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La tecnología
Si la magia es un elemento recogido de la vertiente fantástica, la
tecnología es heredada de la ciencia ficción. Lo bueno de la ciencia fantástica
es que magia y tecnología no son incompatibles, simplemente su tratamiento es
distinto, pero pueden convivir en el mismo universo. De hecho, muchas veces la
magia presenta orígenes tecnológicos, aparatos que inhiben la gravedad
permitiendo volar a los protagonistas, armas que lanzan rayos, espadas
electrificadas. El elenco de utensilios que bajo un velo de ciencia realmente
son utensilios mágicos puede resultar, en algunos casos, interminable.
Pero más allá de esa frontera entre la magia explicada por la
tecnología, se habar un mundo de maquinas sorprendentes y artilugios
fascinantes que establecen la clara diferencia entre el relato puramente
fantástico y el de la ciencia fantástica. Grandes naves surcando los cielos,
viajando entre planetas a la velocidad de la luz o atravesando otras
dimensiones, ejercito de máquinas realizando las tareas cotidianas del hombre,
portales interdimensionales, complejas inteligencias artificiales, etc. Son
solo un pequeño ejemplo de lo que la tecnología ofrece y enriquece el género.
Es esa convivencia de lo cósmico con lo real, de los místico con
la ciencia, lo que nos gusta tanto de este género.
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La vuelta a lo salvaje y desconocido
Para los hombres de antaño el mundo era basto, y en los lugares más
sombríos, en cuevas húmedas, laderas escarpadas y bosques tenebrosos se
escondían grandes criaturas. Hoy en día el hombre ha desvelado los secretos de
lo que le rodea, y en aquellos lugares inhóspitos ya no viven criaturas de
leyenda.
En el espacio, en cambio, aún quedan miles de millones de mundos
por descubrir, algunos gélidos, pero otros, quizás, llenos de vida. Es un tema
que a los amantes de este género nos fascina. Pero sobre todo esos monstruos
que hoy hemos olvidado, solo presentes en leyendas, renacidos ahora, surcando
mares alienígenas y habitando bosques de otros mundos.
Algunos incluso, como el alien de Alien, no son una piedra en el
camino, sino directamente el villano de la historia. Criaturas aterradoras, aun
capaces de despertarnos el miedo ancestral a lo que se esconde más allá de
nuestro reconfortante hogar, entre los páramos inhabitados.
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El espacio
Es difícil mirar a las estrellas y no sentirse maravillado. Uno
puede recorrer nuestro mundo, y a pesar de sus infinitas maravillas y sus
innumerables lugares llenos de belleza, no son mas que una ínfima e
insignificante parte del cosmos. Ahí fuera, entre las estrellas hay miles de
mundos, bañados por la luz de miles de soles diferentes, cada una con su
particular calidez.
Los relatos nos ayudan a imaginar aquello que esta oculto entre
las tinieblas del cosmos, a ver aquellos mundos lejanos, algunos estériles,
pero vellos en su simplicidad, otros llenos de vida exótica e inimaginable.
No hay nada más poderoso y brillante, no hay fuego mas vivo y
asombroso que el de las mismísimas estrellas. Su aparición en el escenario de
la ciencia fantástica, ver al héroe ente un poderoso astro, eleva el
sentimiento épico hasta cotas donde se vuelve hermoso y sublime, como un canto
de ligero pesar que recorre nuestra mente, haciéndonos sentir insignificantes,
pero a la vez asombrados, como se sentiría el héroe de un relato de fantasía
ante un poderoso y brillante dragón.
La variedad, el color, la fuerza que desprende el cosmos se
convierte en el escenario idóneo e inseparable del género galáctico, en él se
encuentran las estrellas que soñamos con visitar, y por ello nos gusta tanto.
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las grandes civilizaciones y culturas alienígenas
Algo que nos maravilla de la fantasía es la aparición de criaturas
inteligentes que junto al hombre han creado sus propios reinos y naciones, como
los enanos, los elfos, los orcos y tantos otros. Hay gente mas experta en la
historia de los elfos de la tierra media que en la nuestra, y no es de
extrañar, la complejidad con que ciertos autores pueden dotar a sus pueblos,
confiriéndoles una historia coherente, con sus propios mitos y sus propias
raíces culturales, puede resultar a veces abrumadora a la vez que admirable.
Con la aparición de innumerables mundos habitados, la posibilidad
de crear civilizaciones exóticas con identidad propia se multiplica. Algunos
serán pueblos benignos, amantes de la tecnología, otros pacíficos, otros
salvajes y algunos aterradores, y en manos de un buen escritor todos ellos
serna, sin lugar a dudas, memorables.
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El futuro de la humanidad
Somos curiosos por naturaleza, nos hacemos preguntas
continuamente, y la búsqueda de respuestas a algunas de ellas han hecho que la
civilización avance hasta donde nos encontramos ahora. No es extraño
preguntarse con curiosidad que respuestas se encontraran a preguntas aun sin
responder.
Nos preguntamos que va a ser de nosotros, de lo que hemos hecho.
Cual será la herencia de nuestra civilización, y que le espera a nuestra
especie cuando nosotros no estemos. Nos preguntamos que nos espera más allá de
nuestra atmosfera y nuestro sistema solar, que hay más allá de las estrellas.
El futuro nos fascina, despierta nuestra curiosidad y la ciencia
ficción es una forma de saciarla, al menos temporalmente.
Mientras esperamos una respuesta convincente nos gusta imaginar y
dejar que nuestra mente viaje entre las estrellas, ver la primera aventura en
Marte de parte de una película, o leer el hallazgo de una nueva civilización en
un buen libro.
Nos gusta viajar a un futuro oscuro, donde el hombre se enfrenta a
su extinción con valor, como en warhammer 40K, o a un lugar donde las intrigas
palaciegas y políticas siguen aun después de tanto tiempo, muy presentes en la
sociedad, como Dune, o a un futuro en manos de una inteligencia artificial que
conspira contra nosotros mientras la humanidad cae en el acomodamiento, como en
las crónicas de Hyperion.
La ciencia fantástica de genero galáctico nos gusta por muchas
cosas: por su magia y su tecnología, por las civilizaciones que habitan entre
las estrellas, y como no porque en muchos casos presentan nuestro futuro, un
futuro en el que podemos identificarnos como integrantes de la raza humana, y
eso nos encanta.
Hay muchos ejemplos, como el increíble imperio Tau de warhammer
40k, los exters de los cantos de Hyperion, los Clingon de Satr Trek y tantos
otros.
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